"Si la verdad de un hecho debe consagrarse por el número de testigos que la corroboran, la existencia del diablo en la Edad Media estaría mejor fundada que la de cualquier personaje histórico." Charles Seignobos (1854-1942), historiador

domingo, 28 de noviembre de 2010

Los bastardos sin gloria


<<Seremos crueles con los alemanes. Y a través de nuestra crueldad ellos sabrán quiénes somos. Ellos encontrarán las evidencias de nuestra crueldad en los cuerpos destripados, desmembrados y desfigurados de sus hermanos que dejaremos atrás. Y los alemanes no podrán ni ayudarse, pero se imaginarán la crueldad que sus hermanos sufrieron en nuestras manos, bajo nuestras botas y por la punta de nuestros cuchillos. Y los alemanes quedarán asqueados de nosotros. Y los alemanes hablarán de nosotros. Y los alemanes nos tendrán miedo. Y cuando los alemanes cierren los ojos por la noche y sean atormentados por su subconsciente, por el mal que nos hicieron, pensar en nosotros será su tortura.
¿Les parece bien?
- Sí, Señor!

Teniente Aldo ‘Apache’ Rein

"La veré por primera vez en un cine israelí. La veré por primera vez con un público israelí", dijo Tarantino. "Estoy interesado en observar. '¿Hay risas aquí? ¿El suspenso funciona aquí tal como funciona en otros lados? ", agregó.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Los bastardos sin gloria (y el 11 de Septiembre ?)


Erase una vez en la Francia ocupada...
<<Lo que me hace un cazador de judíos tan efectivo es que,  al contrario de la mayoría de los soldados alemanes, yo puedo pensar como un judío, mientras ellos sólo consiguen pensar como alemanes, o mejor dicho,  (con sarcasmo) como soldados alemanes.  Ahora, si uno quisiera determinar que atributo comparte la gente alemana con una bestia, esto seguramente sería el instinto de predador de un halcón. Pero si uno quisiera determinar que atributo comparte un judío con una bestia,  sería el de una rata. La propaganda del Führer y de Goebbels han repetido muchas veces lo mismo. Donde nuestras conclusiones difieren, es que yo no considero esta comparación un insulto. Considere por un momento,  el mundo en el que vive una rata. Es un mundo hostil.  Si ahora mismo entrara una rata por su puerta, la recibiría bien o con hostilidad?
- Si, creo que sí.
- ¿La rata le hizo algo para crear en usted esa aversión que siente por ellas?
- Las ratas transmiten enfermedades y muerden a las personas.
- Sí. Las ratas causaron la peste bubónica, pero eso fue hace mucho tiempo. Vea,  cualquier enfermedad trasmitida por una rata, una ardilla también la puede tener. ¿De acuerdo?
- Sí.
- Sin embargo, presumo que no siente la misma aversión por las ardillas, ¿verdad?
- No.
- Y ambos son roedores, ¿no?  Y excepto por la cola, son bien parecidos, ¿no?
- Es un pensamiento interesante, Coronel.
- A pesar de interesante, no hará diferencia en cómo se siente. Si una rata entrara por la puerta, ahora, mientras hablamos, ¿le ofrecería un plato de su deliciosa leche?
- Probablemente no.
- Eso pensé. No le gustan. No sabe por qué. Sólo sabe que les son repulsivos. Consecuentemente, un soldado alemán conduce una búsqueda en una casa sospechosa de esconder judíos. ¿Dónde busca el halcón? En el establo, en el ático, en la bodega. En cualquier parte donde él se escondería. Pero hay muchos lugares que escapan a los ojos del halcón. Entretanto, el motivo del Führer para transferirme de los Alpes en Austria a esta región llena de vacas francesas, es porque no se me escapan. Porque sé de lo que es capaz el ser humano cuando pierde la dignidad.

El Coronel de las SS Hans Landa (Christoph Waltz) de Inglourious basterds

"Testigos directos del atentado contra las torres gemelas del World Trade Center el 11 de Septiembre de 2001, relataron ante las cámaras de televisión de diferentes medios, que se producían explosiones por todo el edificio, no solo en la zona superior donde se produjo el impacto de los aviones, sino además especialmente en los sótanos de ambas torres".

de La Trilogía de Nueva York



"En mi opinión, don Quijote estaba realizando un experimento. Quería poner a prueba la credulidad de sus semejantes. ¿Sería posible, se preguntaba, plantarse ante el mundo y con la más absoluta convicción vomitar mentiras y tonterías? ¿Decirles que los molinos de viento eran caballeros, que la bacinilla de un barbero era un yelmo, que las marionetas eran personas de verdad? ¿Sería posible persuadir a otros para que asintieran a lo que él decía, aunque no le creyeran? En otras palabras, ¿hasta qué punto toleraría la gente las blasfemias si les proporcionaban diversión? La respuesta es evidente, ¿no? Hasta cualquier punto"


de La Trilogía de Nueva York de Paul Auster