"Si la verdad de un hecho debe consagrarse por el número de testigos que la corroboran, la existencia del diablo en la Edad Media estaría mejor fundada que la de cualquier personaje histórico." Charles Seignobos (1854-1942), historiador

domingo, 27 de febrero de 2011

De La posibilidad de una isla

Incluso podríamos poner en tela de juicio el progreso científico y tecnológico, por ejemplo, tener la impresión de que la mejora de las técnicas médicas se paga con un aumento del control social y una disminución global de la alegría de vivir. Pero el hecho es que, en el terreno del consumo, la preeminencia del siglo XX sigue siendo indiscutible: no hay nada, en ninguna otra civilización, en ninguna otra época, que pueda compararse a la perfección móvil de un centro comercial contemporáneo funcionando a pleno rendimiento.
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lo que intentamos crear es una humanidad artificial, frívola, que nunca más será sensible ni a la seriedad ni al humor, que vivirá hasta su muerte buscando cada vez con más desesperación la marcha y el sexo; una generación de kids definitivos. Lo vamos a conseguir, claro; y en ese mundo ya no habrá sitio para ti. 
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Aumentar los deseos hasta lo insoportable y a la vez hacer que satisfacerlos resultara cada vez más difícil: ése era el principio único en el que se basaba la sociedad occidental. 
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Tendría que haber alcanzado la felicidad, la felicidad de los niños buenos, garantizada por el respeto a los procedimientos nimios, por la seguridad que derivaba de ese respeto, por la ausencia de dolor y de peligro; pero la felicidad no había llegado, y la ecuanimidad había conducido al entumecimiento. Entre las débiles alegrías de los neohumanos, las más constantes giraban en torno a la organización y la clasificación, a la constitución de pequeños conjuntos ordenados, al desplazamiento minucioso y racional de objetos de tamaño reducido; se habían revelado insuficientes. Al planificar la extinción del deseo en términos búdicos, la Hermana Suprema había contado con el mantenimiento de una energía debilitada, no trágica, de orden meramente conservativo, que debía seguir permitiendo el funcionamiento del pensamiento; de un pensamiento menos rápido pero más exacto, por ser más lúcido, de un pensamiento liberado. 

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Ya no quedaba nada de aquellas producciones literarias y artísticas de las que la humanidad se había enorgullecido tanto; los temas que las originaron habían perdido toda su pertinencia; su capacidad de conmover se había evaporado. Nada quedaba tampoco de aquellos sistemas filosóficos o teológicos por los que los hombres se habían enfrentado, a veces habían muerto, con más fre-cuencia aún se habían dejado matar; todo eso no suscitaba el menor eco en un neohumano; no veíamos en ello sino las divagaciones arbitrarias de mentes limitadas, confusas, incapaces de producir el menor concepto preciso o simple-mente utilizable. Las producciones tecnológicas del hombre, en cambio, todavía podían inspirarnos respeto: era en ese ámbito donde el ser humano había dado lo mejor de sí mismo, donde había expresado su naturaleza profunda, donde había alcanzado una excelencia operativa a la que los neohumanos no habían podido añadir nada significativo. 

De La posibilidad de una isla de Michel Houellebecq

viernes, 25 de febrero de 2011

De Ampliación Del Campo De Batalla

Metamos un chimpancé en una jaula demasiado pequeña, cerrada por cruceros de hormigón. El animal se vuelve loco furioso, se arroja contra las paredes, se arranca los pelos, se inflige a si mismo crueles mordiscos, y en el 73% de los casos acaba matándose. Ahora hagamos una abertura en una de las paredes, y coloquémosla al borde de un precipicio sin fondo. Nuestro simpático cuadrúmano de referencia se acerca al borde, mira hacia abajo, se queda mucho tiempo allí, vuelve muchas veces, pero por lo general no perderá el equilibrio, y, en cualquier caso, su irritación se calmara de modo radical.

De Ampliación Del Campo De Batalla de Michel Houellebecq 

De Ampliación Del Campo De Batalla

De todos los sistemas económicos y sociales el capitalismo es, sin duda, el mas natural. Eso ya basta para indicar que es el peor. Una vez llegados a esta conclusión solo nos queda desarrollar un aparato argumental operacional y no sesgado, es decir, cuyo funcionamiento mecánico permita, a partir de hechos introducidos al azar, general múltiples pruebas que refuercen la sentencia preestablecida, un poco como las barras de grafito refuerzan la estructura del reactor nuclear. Se trata de una tarea fácil, digna de un simio muy joven; no obstante, no quisiera pasarla por alta. 

De Ampliación Del Campo De Batalla de Michel Houellebecq